Manolo y yo solemos vernos los sábados por la tarde en un Bar del Barrio Alto para echar una partida de rentoy con los paisanos, que se juega en parejas, típico de mi pueblo, recuerda al tute, y es muy entretenido para jubilados, prejubilados, y desocupados, que abundan por estas tierras del sur tan castigada por el paro, el coyuntural y el buscado. Como no había llegado ninguna pareja para comenzar la partida Manolo me dice que se había encontrado por la mañana con Purita, una chavala del pueblo que se fue a la capital, su padre era médico y aprovechó un traslado de esos que hacen con los médicos de vez en cuando la administración, que coincidió con nosotros en el Instituto Mar Azul, donde hicimos el bachillerato y el COU... Purita era una monería de niña, no demasiado alta, ni baja, de pelo castaño, ojos castaños también, una cara preciosa, siempre iba muy conjuntada vistiendo, y llamaba la atención mas por su timidez que por sus bonitas facciones, de cara y de cuerpo... Me pregunta Manolo que si me acordaba de ella, y le digo que en cuanto me la ha mencionado la he vuelto a ver tal cual era entonces... le pregunto que tal sigue, y me dice que igual de tímida... que él la reconoció enseguida pero ella a él no, y que le tuvo que dar varios detalles de hechos que habían pasado en la clase donde estábamos juntos y en los que Manolo había sido el protagonista para que lo reconociera, no en vano habían transcurrido casi cuarenta años, bueno, sin casi, me dice Manolo, que yo tengo cincuenta y ocho años cumplidos... Me he tenido que acercar varias veces a ella para oírla porque su timidez le hace hablar con una dulzura sin sonido que a Manolo le encanta, pero que como él ya va perdiendo oído no tuvo más remedio que meterle la oreja en la cara de ella cuando pasaba algún coche por la calle, a lo que ella respondía con un pequeño respingo... me cuenta Manolo que le ha sacado todo lo que ha podido de su vida, ( Manolo tiene una habilidad especial, e innata, diría yo, para sonsacarle a la gente lo que se proponga) y me cuenta Manolo que se hizo médico como su padre, de Familia que le llaman ahora... que ha venido al pueblo porque hace unos días murió una hermana de su padre y no pudo llegar al entierro porque estaba en Guatemala de cooperante, que lleva ya diez años yendo por allí los veranos a pasar consultas en aldeas donde el médico no llega... y si llega es porque le pagan bien... Manolo le preguntó que si era de alguna ONG y le dice que no, que se enganchó a ir allí porque a su consulta va una señora que tiene un hijo misionero allí y siempre que va le cuenta a Purita (por cierto, ahora, le dijo a Manolo que todo el mundo la llama Pura, y lo de Purita le hacía gracia) anécdotas de su hijo, ella le había manifestado a la señora que era atea pero que valoraba mucho la labor de cualquiera que trabaje en favor de los demás, y la señora le decía que ella le hablaba mucho a su hijo de ella, porque era muy buena, como médico y como persona, y que ayudaba mucho a la gente del barrio, tanto es así, me cuenta Manolo que le estuvo contando Purita, que un buen día se le presentó el cura misionero en la consulta con la madre, había venido unos días de descanso a España y la madre se empeñó en presentarle a Purita, ésta por deferencia salió de la consulta a tomarse un café con los dos y allí empatiza con el cura, tanto, que al verano siguiente se fué allá de médico, a la especie de Parroquia que tiene Pedro, así se llama el cura, por la aldeas perdidas de Zacapa, al noroeste de Guatemala... y ya lleva diez veranos yendo, y se la ve muy feliz, me dice Manolo, que me cuenta una anécdota que le contó Purita de esas que te hacen vibrar tus sentimientos más profundos, un día, me dice Manolo imitando la voz tímida y silente de Purita acabo la consulta tarde, muy cansada, había visto a más de cien pacientes, y estaba hablando con la enfermera cuando apareció Pedro por la consulta para pedirle por favor que la acompañara que tenía que ir a ver a un joven que estaba muy mal en una aldea que había a una hora de donde estaban ellos, Purita puso cara de circunstancias pero sabía que si Pedro se lo pedía era algo urgente, se subio al Toyota del cura regalo de sus parroquianos de España que se llevaron tres años reuniendo fondos para poder comprarlo, sin este vehiculo era imposible que Pedro pudiera llegar a la Aldeas que llegaba, y de una hora nada, casi dos horas tardaron en llegar a la aldea donde estaba el joven aquel, porque estaban en época de lluvias y el camino era intransitable, cuando entre en la casa, le contaba Purita a Manolo y éste a mí, un olor nauseabundo a carne podrida me abofeteó, y vi en cama a un chaval con el rostro de la muerte, amarillento, extremadamente delgado... le pregunte que le pasaba y me dijo que hacía unos meses se hizo una herida en la pierna y que aunque el médico iba de vez en cuando a curarle cada vez se encontraba peor... le dice Purita que le enseñe la herida y cuando levanto la sabana aquello era carne putrefacta, infectada, con herida abierta... en fin una tragedia... Purita se contiene ( me dice que ella pensó qué clase de médico hijo de puta le estaría viendo, probablemente uno qe le habia sacado el poco dinero que tenían los padres y lo había dejado allí sin tratamiento a morir seguro) le da un calmante y le dice a los padres que si no se lleva a este chaval al Hospital urgentemente va a morir... Purita mira a Pedro, éste a los padres, y estos no hablan, parece como si estuvieran ya entregados al hecho de que su hijo se moría... Pedro pone al día a Purita en las dificultades para trasladar a este chaval al Hospital, porque Purita decia que tenia que ser en ambulancia y con curas previas ya que si se lo llevan ellos en la camioneta probablemente no llegaría con vida, ... Purita que mira la hora, está reventada, mira a Pedro y le dice que hay que intentarlo, el cura se acuerda que en el Hospital hay un médico español oculista que va por alli en verano a operar problemas de visión gratis a pacientes que no pueden costearse los tratamientos, se ponen en contacto con él para que haga presión en el Hospital y envíen la ambulancia, lo consigue al cabo de una hora, y la ambulancia llega a las tres horas a la aldea... todo ese tiempo de espera Purita con infinita paciencia hace lo que puede en la herida con la ayuda de Pedro... con todo al final la pierna la perdió, pero logran salvarle la vida... cuando Purita volvió en sucesivos veranos le preguntaba a Pedo por el joven y éste le contó que le había conseguido una prótesis para la pierna, que le había ayudado a sacarse el carnet de conducir y conseguido un taxi para que se ganara la vida, que el chaval se casó, que tiene dos hijas preciosas, y todo gracias a Purita... Manolo le dice a Purita que se está emocionando y lo mismo le digo yo a Manolo... a la vez que le suelto a Manolo que la Providencia actuo en Purita y en Pedro para que ayudaran a ese chaval, a lo que Manolo me dice que de Providencia nada, el azar, que rige nuestra vida... para mí, le digo, Purita está cargada de Amor a los demás, Manolo, y la Providencia es Amor llevado a la acción... y eso es lo que hace Purita, que más dá que sea atea, agnóstica o creyente, Purita es herramienta del Amor, Pedro es discípulo del Amor, y el Amor es providencial ... cuando Manolo me va responder le gritan al oído Partidaaaa¡¡ y nos quedamos con la Providencia porque el azar llegó en forma de partida de cartas...
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