lunes, 20 de noviembre de 2017

Poeta y Músico



Mira que es difícil enganchar a la gente nueva con la poesía, me dice Manolo en el andén de la estación de tren antes de coger el Alvia que nos lleva a la capital a  ver el clásico, Atleti contra el Madrid, que como es natural va a ganar el Madrid, para fastidiar al máximo a los del Atleti, primer derbi que se juega en el campo nuevo con nombre de marca de zapatilla de dormir, Wanda, con lo que bien que sonaba el Vicente Calderón, lo gane el Madrid… pero encima, engancharlo con la poesía y la música ya es para nota, continua Manolo, y es que mi sobrino se acercó ayer a casa muy agobiado para que le hiciera un trabajito que le habían mandado en el Instituto sobre la poesía y la música… como él sabe que me encanta la poesía pues no tuve más remedio que aceptar, pero no te creas que se sentó conmigo a trabajarlo, qué va, tenía mucha prisa porque le habían invitado a pescar, y con carita de no haber partido un plato me lo endiñó, y yo, me dice Manolo, para que te voy a engañar acepte encantado… le meten un empujón a Manolo que lo separa de mí casi un metro, Manolo que se revuelve, pero como es una señora con mucha prisa de muy buen ver que le sonríe, y yo que veo a Manolo que la mira justo a la canaleta donde se adivina un resto de masa corporal de lo más apetecible, le devuelve la sonrisa y aquí no ha pasado nada… se recompone, y yo sin saber muy bien cómo Manolo me está hablando de poesía, de música, de un trabajo para su sobrino del instituto, en medio del andén atiborrado de gente que van de acá  para allá, pues como que le pregunto que… ¿Qué me estás contando Manolo?... ya te lo he dicho, me dice,  que ayer me acosté cerca de las tres de la madruga haciéndole  el trabajo a mi sobrino, … le pregunto de nuevo para cerciorarme que el tema era música y poesía y efectivamente lo era… Manolo sin mirarme me sigue diciendo que la profe de su sobrino de literatura está intentando por todo los medios que los chavales lean algo y conozcan algo de los poetas de la generación del 27, y ya ves, el niñato me lo endosa a mi como el que me está haciendo un favor… dejamos pasar a un señor que va en silla de ruedas con uno de esos chavales con camisetas amarillas que dicen ¿necesita ayuda? para ayudar a los discapacitados y a gente que tienen poca movilidad y entramos en el vagón que nos corresponde… me pica la curiosidad y le pregunto a Manolo que como se las apañó para hacerle el trabajo a su sobrino, a lo que me dice, que disfruto como un enano, pues hay un grandísimo poeta de esa generación que además de poeta es músico… el 3b es el tuyo le interrumpo, y así nos sentamos ya … Manolo me mira con esa cara que es un signo de interrogación para saber si yo sé decirle quien es ese grandísimo poeta del 27 que además es músico también, y yo no tengo ni idea… entonces Manolo me reta y me dice que me va a ir dando pistas  a ver si lo acierto… sin esperar que yo asienta me dice, en su edad temprana estaba convencido que había nacido para leer y no para escribir… lo miro, inexpresivo yo, dándole a entender claramente que estoy igual que antes, y con sonrisa de pillo me dice, en su casa estuvo de criada y de cocinera Baldomera Pelayo, prima carnal de Don Marcelino Menéndez Pelayo que sí que te sonara de algo no?... lo de la cocinera es de cachondeo, no Manolo? … se ríe, y me dice que es verídico, como verdad es que en el instituto donde iba el poeta se hundió el techo de la clase de castellano y latín (asignaturas que hoy han desaparecido y así nos va)  un cinco de enero sin chavales dentro, por lo de las vacaciones de navidad, si se cae el siete nos quedamos sin tan maravilloso poeta y músico… vaya, que bien estas documentado, Manolo, … lo tengo muy reciente  me dice porque me leí anoche su autobiografía… ah¡, exclamo, pues dame más pistas que de momento ni idea… el tren arranca ligeramente, y va tomando velocidad… lléveme a la capital le digo hablando solo y dirigiéndome a nadie, que le vamos a meter al Atleti dos goles de Wanda madre… Manolo me toca el brazo para captar mi atención y me dice, te vas a volver con tres cero , Manolo es de los pupas… me río… y sigue diciéndome, cuenta el poeta que cuando se iba a examinar de los finales de sexto de bachillerato, se murió Don Marcelino Menéndez Pelayo, y claro suspendieron los exámenes… ya que la ciudad estaba de luto… le pregunto rápidamente que donde murió Don Marcelino, a lo que me dice Manolo, no te digo donde murió Don Marcelino pero si te diré que nuestro poeta se fue a estudiar Letras a Bilbao, porque allí estaba de jesuita uno de sus hermanos mayores que se llamaba Sandalio,… te estas cachondeando de mí, le digo a Manolo, porque lo de Sandalio me sonaba a guasa, y Manolo muy serio me dice que no, que son todo datos reales de la vida del poeta, y me dice, que tengo ya elementos de sobra para hilarlos y saber de qué poeta estamos hablando… sigo a cuadros Manolo, le digo, que yo de poetas lo justo, pero si quieres te doy la alineación del Madrid que ganó la tercera copa de Europa… claro, me dice Manolo, pero antes de que me suelte el ya sabido discurso de la falta de cultura en nuestra generación, le digo que sé de qué poeta estamos hablando desde la primera pista, pero que he querido darle su sitio, y éste me mira esperando que le suelte el nombre y le digo, Dámaso Alonso, que me acordaba de él por lo de la Academia de la Lengua, … y me dice Manolo regodeándose, que no es don Dámaso Alonso… vaya¡, exclamo, pues dame más pistas, a la vez que me pongo en serio a pensar en nombres de poetas del 27 para acertarle a Manolo de quien se trata, dolido en mi amor propio… terminado sus estudios en Bilbao se traslada a Madrid a ampliarlos, y allí asiste al estreno de “El Pájaro de Fuego” y “Petrushka” dirigidas por su autor, Stravinski, en el Teatro Real, presidido por Alfonso XIII,… el tren había cogido ya una velocidad importante y el solito me daba en la cara, por lo que estaba a punto de dar una cabezada, pero Manolo se percató y me pregunta rápidamente si me he enterado de la última pista, le digo que sí, y le suelto que es Jorge Guillén, y vamos a echar una  cabezada, le digo… pero si Jorge Guillén terminó sus estudios en Granada, me dice Manolo, mi poeta y músico, no se te olvide, escribió un libro de poemas titulado los “Nocturnos de Chopin”… donde por primera vez escribe poesía inspirada en música… hombre... Alberti, no es, seguro, por ir descartando, entonces va ser  Vicente Aleixandre,… el premio Nobel, dice Manolo, no es… mi poeta fue muy amigo de un boticario, afamado poeta también,  llamado Felipe Camino de la Rosa, pero que por ese nombre no lo conoce nadie, y sin embargo ese era el verdadero nombre de León Felipe… Manolo a tu sobrino le van a poner sobresaliente en el trabajo no?, como estas de empollado de poetas... y le insto a que me diga más cosas porque yo sigo en ascuas… pues a mi poeta, me dice, lo invitó el mismísimo Ortega y Gasset antes de fundar su famosa Revista de Occidente a que fuera un fijo de la revista… desde luego le digo, vaya época que vivió tu poeta… dime ya de quién se trata, le pido, y me contestó… estate al loro cuando pase el revisor que se llama igual que mi poeta y lo lleva escrito en una placa encima del bolsillo de la chaqueta… vaya viaje entretenido que me estas dando Manolo, y eso que vamos a ver al Madrid ganar a tu Atleti,… no te enteras que no, me responde, que hoy el Atleti cantará el alirón,… no me deja contestar… y me dice, a Filipinas se fue mi poeta justo antes de comenzar la guerra civil, la nuestra, a dar  conferencias presentando la música de Albéniz, de Granados, y de Falla, casi nada… veo de lejos al revisor, y pienso que esto llega a su fin… pero no termina de acercarse, una señora le está preguntando algo y la está atendiendo diligentemente, se acerca lentamente hacia donde estoy sentado , y me mira, lo miro, miro hacia la placa, y leo Gerardo García, Manolo esperando, aparto la vista de la placa y del revisor, que pasa de largo, permanezco en silencio pensativo para hacer sufrir a Manolo, que sigue esperando…  justo cuando manolo ya me iba a decir algo le suelto... Gerardo Diego… y asiente… y me declama unos versos con el que cerró el trabajo de su sobrino :

Habrá un silencio verde
todo hecho de guitarras destrenzadas

La guitarra es un pozo
con viento en vez de agua…


Volvemos ya de ver el partido, que terminó en empate, para que nadie se fuera contento a su casa. Ya acomodados de nuevo en el tren le pido a Manolo si se acuerda de algún poema más o verso de Gerardo Diego, le digo que si es de amor mejor que son los que a mí me gustan… Manolo me mira, y muy sonriente me susurra: 

Un día y otro día y otro día.
No verte.

Poderte ver, saber que andas tan cerca,
que es probable el milagro de la suerte.
No verte.

Y el corazón y el cálculo y la brújula,
fracasando los tres. No hay quien te acierte.
No verte.

Miércoles, jueves, viernes, no encontrarte,
no respirar, no ser, no merecerte.
No verte.

Desesperadamente amar, amarte
y volver a nacer para quererte.
No verte.

Sí, nacer cada día. Todo es nuevo.
Nueva eres tú, mi vida, tú, mi muerte.
No verte.

Andar a tientas (y era mediodía)
con temor infinito de romperte.
No verte.

Oír tu voz, oler tu aroma, sueños,
ay, espejismos que el desierto invierte.
No verte.

Pensar que tú me huyes, me deseas,
querrías encontrarte en mí, perderte.
No verte.

Dos barcos en la mar, ciegas las velas.
¿Se besarán mañana sus estelas?


Que buena gente es mi amigo Manolo…

Nota: El Poema es de Gerardo Diego y lo tituló “No verte”. La imagen es una caricatura del gran Antonio Mingote.