A propósito de una estupenda novela… que es Trigo limpio.
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Nota aclaratoria para los
que no han leído la novela: léanla porque no les defraudará. Y si la leen antes
de leer esta especie de reseña mejor, porque se darán cuenta de que esta reseña
no va de la novela propiamente, sino de los consejos y advertencias que el
autor, o mejor dicho, el narrador, se da a sí mismo a la hora de escribir la
novela… pero aquí, no destripo la novela, ni hablo de su línea argumental, ni
hay critica… aquí solo hay el deseo de ayudar a un amigo que sé que le
encantaría escribir una novela y no se decide…
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Había quedado con Manolo para ir
a la pescadería. Había cola. Ahora, en
estos nuevos tiempos de la peste (léase Covid19) que nos ha tocado vivir, hay
colas en todos lados, unas pequeñas, otras kilométricas… distancia de
seguridad… solo dos personas dentro, por favor… lo positivo es que ha
incrementado nuestro grado de educación en varios puntos que antes de la peste.
Bien, pues en la cola de esas que se ocasionan por el “solo dos dentro, por favor”, que nos piden en
la pescadería de la que Manolo y yo somo habituales clientes, al solito del
otoño que tan rico es… me dice Manolo que acaba de leer una novela espectacular
que ha sido galardonada con el Premio Biblioteca Breve 2021 de la editorial
Seix Barral… lo del premio ni le quita ni le pone nada a la novela, en todo
caso al autor sí, que le infla algo la cuenta corriente, al margen del subidón
que cualquier premio por birrioso que sea le ofrece a cualquier ser humano… Sin
esperar comentario mío alguno, Manolo me dice que cuando llegue a casa lea los
folios que me entrega para que vea el alcance de la novela… adelántame algo, le
pido a Manolo… léela es su respuesta… y compramos unos hermosos langostinos,
huevos de choco y unas huevas de merluza para freírlas…
Llego a casa y del tirón me pongo
a leer los folios de Manolo que transcribo fielmente:
“Apuntes que saco de la novela de
Juan Manuel Gil, Trigo limpio, publicada en Seix Barral en el año 2021.
Nota: Estos apuntes los he tomado
una vez leída la novela, para pasártelos, amigo, que sé que te gustaría
escribir una novela pero no te atreves, para animarte.
1ª Advertencia que debes tener en
cuenta: «Es
lamentable cuando alguien que se dice lector no entiende nada de lo que ha
leído , pero más triste es confundirlo todo. La vida con la literatura. Las
personas con los personajes. El autor con el narrador. la verdad con la
verosimilitud. Y, lo más preocupante, lo biográfico con lo autobiográfico.
Sucede más de lo que cualquiera podría imaginar. Ir por la vida confundiéndolo
todo es como no ir por la vida. No sé si me explico. Es una auténtica pena». (Pág.
36)
Es decir, no tengas miedo a escribir
una novela porque la novela, novela es, y te permite escribir lo que te dé la
gana, sea o no autobiográfico, sea o no producto de tu imaginación… el problema
lo tiene el lector si se ve reflejado en el cabrón que tú estás describiendo en
la novela… ¿lo entiendes?... tú a lo tuyo… ¿tienes la historia? pues escríbela…
1er Consejo: «Quienes saben de
estas cosas afirman que los personajes secundarios son tan o más necesarios que
los principales. Yo no diría tanto, pero reconozco que algunos de los
secundarios con los que me he encontrado a lo largo y ancho de mis lecturas me
han embelesado poderosamente. El problema es que en la novela moderna ya casi
no sabemos quién es principal y quién es secundario. Las fronteras, como las
cicatrices, si aprovechan la orografía, pueden pasar desapercibidas, y eso
empuja al lector contemporáneo a un mar de dudas». (Pág. 41)
Es decir, deja bien claro en tú
historia quién es cada quién, no juegues con el lector al escondite, porque el
lector lo que quiere es disfrutar de tu novela. Eso no quiere decir que no haya
suspense, o que dejes a la imaginación del lector (el que la tenga) como era la
tía que el protagonista se estaba tirando en el probador de unos grandes
almacenes, por poner un ejemplo… pero tú, ya sabes, nada de crear dudas
existenciales en la novela que al lector le da congoja, no la termina, y va por ahí diciendo que tu novela es una
mierda… los personajes, personajes son, y como tales tienes que tratarlos…
destácalos si ves que la trama te lo permite o entiérralos en la miseria para
que al lector le entre la pena, que eso vende…
2ª Advertencia: “Por no hablar,
claro está, de los casos en que escritores, críticos, estudiosos y editores se
acaban poniendo estupendos y nos cuentan que en tal o cual novela el
protagonista es la ciudad, o la atmosfera, o el tono de la narración”.
(Pág. 41)
Es decir, aquí lo que te están
diciendo es que nunca hables mal de una novela, porque crucificaran la tuya.
Los escritores son como cualquier gremio humano, corporativistas, y nunca dirán
que una novela es una mierda, aunque lo estén pensando con absoluta certeza;
darán rodeos, para decir que la novela en cuestión es de un realismo critico
que interfiere en el subconsciente del lector de tal manera que lo que parece una
escritura abigarrada ( léase que es una mierda) es en realidad un giro poético
de la faceta humana del autor… ¿Tú tienes tu historia? pues escríbela… y si
luego resulta que no sabes escribir pues te quedas con el haberlo intentado…
pero no tengas miedo a que no te la van a publicar… tu fíjate en la solapa
trasera de cualquier novela que leas,
¿cuántas novelas te anuncian? quince o veinte mínimo, de colecciones que
van ya por las 243 novela… y ¿a cuantos
autores de la solapa, conoces?, ¿a uno,
a dos máximo?... entonces, por qué no vas a ser tú uno más… insisto… ¿Tienes la
historia? pues escríbela…
2º Consejo: «Quienes saben de esto
también dicen que una buena novela debe albergar en su discurrir más de un
repecho; que no es bueno que la lectura sea una actividad en descenso
zigzagueante todo el tiempo». (Pág. 46)
Es decir, no metas paja en la novela.
Algunos lectores son absorbe palabras, y aunque no las entiendan, leen y leen…
otros se lo tragan todo de pe a pa porque los veinte euracos que le ha costado
la novela lo tienen que justificar… No me quiero enrollar… lo que te está
diciendo este buenazo de Juan Manuel, es que no te vayas por las nubes… que
tampoco descubras todas tus cartas al lector en los primeros capítulos porque la
has cagado… y sobre todo que no tires dos párrafos de veinte líneas cada uno
para decir que sonó el teléfono en la habitación, por ejemplo…
3er Consejo: «Porque un repecho
nunca es un rodeo. Es un cambio de cierta brusquedad en el que perdemos de
vista el horizonte. No es que el lector sienta que está siendo obligado a tomar
el camino más largo». (Pág. 46)
Es decir, puedes meter algo de paja
pero que no se note mucho… y si tienes que meterla que sea en descripciones de
sexo, por ejemplo, que son muy socorridas en la novelas… pero no obligues nunca
al lector a que vislumbre que la novela tiene cuatrocientas veintisiete
páginas, va por la doscientas treinta y cuatro y todavía no ha experimentado
ninguna emoción, es decir, no se ha reído, no ha llorado, no se ha calentado o
no ha sentido frio… porque entonces, ciertamente el camino para el lector para
llegar hasta la última página de la novela es bastante largo…
4º Consejo: «Quienes saben de esto
también afirman que a la hora de escribir una buena novela se debe tener muy
presente el principio clásico de unidad y variedad». (Pág. 57)
Es decir, obvio: la historia que vas a
contar tiene que tener una unidad que se manifiesta en la variedad de sus
partes… esto que parece de Perogrullo, es la clave para que tu historia sea un
éxito o un fracaso… me explico… si tu historia manifiesta una unidad absoluta,
se convierte en una historia monotemática, que probablemente aburrirá al
lector, que probablemente calificará tu historia de perogrullada, si es
benévolo, y de una mierda si es contundente… Por otro lado, si tu historia es
absolutamente variada, el lector no se enterará de que va la historia, se
aburrirá, y dirá que eres un autor malo de cojones, si es contundente, y que te
queda mucho por madurar como escritor si es benévolo… Entonces la clave, como
casi en todo en la vida, está en el equilibrio entre la unidad de la historia y
su variedad… así que, si tu historia la tienes clara, manifiesta una unidad
argumental, y te da juego para que introduzcas variedad argumental alrededor de
la unidad, el éxito lo tienes asegurado… equilibrio, amigo, equilibro… unidad y
variedad en su justa medida…
3ª Advertencia: «De un tiempo a
esta parte, no está bien visto que el escritor haga uso del narrador en tercera
persona». (Pág. 81)
Es decir, por increíble que te
parezca, querido amigo, en esto de la literatura también hay modas, y ahora no está
de moda, ni bien visto, que tu cuentes tu historia en tercera persona, como si
Dios mismo se tratará, que todo lo sabe, todo lo ve y todo lo puede hacer
cambiar, fluctuar, matar, nacer… vamos lo que un novelista puede hacer en su
novela omniscientemente… así que a estos progres de la literatura supongo que no les gustará una deliciosa novela que acabo
de leer, de Hella S. Haasse, Los señores del té, porque la buena señora
la escribe en tercera persona… bueno como esto es cuestión de gusto, y de
personalidad, tu escribe tu novela como te sea más cómodo, porque a mí nunca me
ha gustado dejarme llevar por modas… además lo de escribir en primera persona
tiene el problema de que el lector cree que todo lo que escribes te ha pasado a
ti realmente, con lo cual te puede pasar como aquel escritor que vino a dar una
conferencia a la librería Machado y una señora se encaró con él porque decía
que era un maltratador, y todo porque en una de sus novelas el narrador
maltrata a su pareja en primera persona… en fin… como tú no aspiras al Nobel,
ni al Planeta, que es casi más importante ya que el Nobel, escríbela como
quiera, pero escríbela…
5º Consejo: «En el fácil o difícil
cometido de escribir una novela. el escritor debe plantearse, al menos, una
disyuntiva. ¿Qué es deseable: asumir el riesgo de malvivir en la monotonía o de
fracasar por dispersión?». (Pág. 93)
Es decir, ni lo uno ni lo otro. Ni
monotonía ni dispersión. Algunos autores actuales, creen que cuanto más difícil
se lo pongan al lector en cuanto a que éste disfrute de su novela, sino a
retazos, la novela será mejor… lo dudo… yo creo, querido amigo, que en esto de
la literatura, como en todas las artes, existe el genio, dotado de una
maravillosa forma de escribir que hace que todos tus novelas sean un éxito… el
Llosa, por ejemplo… y luego están la legión de escritores, donde los hay
buenos, mediocres y malos… a ti amigo mío, te tiene que dar igual, porque es tu
primera novela, para saber si has sido monótono o disperso primero tienes que
escribirla… pero eso sí, no abuses de la paciencia del lector, y aunque confíes
en su imaginación, cuéntale una historia, o varias historias que luego es una
sola historia, pero que se entiendan… hay historias que el lector, te lo digo
por experiencia, piensa que es memo porque lee y lee página tras página y no se
entera de nada… eso el lector no lo perdona sobre todo si la novela es de las
de veintitantos euros… en esto de escribir, creo yo, que lo mejor es que escribas
para ti, y si luego la gente lo lee y le gusta, pues estupendo… si no les
gusta, pues te quedas con el placer de haberte contado una bonita historia a ti
mismo…
6º Consejo: «Cuando presiento que
un bloqueo creativo está punto de caer en mi vida, tengo la costumbre de coger
un edredón y llevarlo a una lavandería de esas en las que metes monedas y te
toca esperar un par de horas como mínimo… el objetivo: que las ideas lleguen
aunque sean horrorosas». (Pág. 99)
Es decir, tú aun no sabes qué es eso
del bloqueo creativo porque aún no estas en tal proceso de creación, pero
llegado el momento te llegará… así que vete buscando un edredón o similar y una
lavandería de moneditas para que cuando te llegue ese día que estás en blanco, y
el ruido monótono de la lavadora o de la secadora te ayude a que tu cerebro
vuelva a crear, a recordar, a pensar en nuevas tramas que te ayuden a retomar
tu novela… si le funciona a Juan Manuel por qué no te va a funcionar a ti… con
bloqueos o sin ello si tienes la historia, escríbela…
7º Consejo: «Quienes saben de estas
cosas aseguran que detrás de la mayoría de las buenas novelas hay excelentes
editores. Que el entusiasmo que invierten no solo en los libros, sino también
en sus autores, contribuye de manera decisiva a que sus obras cristalicen. Es,
precisamente, esa forma de cristalizar la que diferencia una buena novela de lo
que sencillamente es una historia amorfa, ya que en ese proceso se consigue una
estructura íntima ordenada. Por ello suelen hablar de tres coordenadas
fundamentales: tiempo, reposo y espacio. … Tiempo: si es lento y largo el
proceso de escritura, mejores novelas tendremos, puesto que lo súbito, aunque
alimenta la intuición, propicia el defecto. Reposo: la calma permite una mejor
ordenación de las fases del proceso creativo. Espacio: si la historia crece sin
problemas de espacio interno -es decir: nada de precipitar el final- , su
estructura se manifestará de forma poliédrica, porque ya se sabe que lo peor
que se le puede aplicar a cualquier creación es el adjetivo plano». (Pág.
170)
Es decir, aquí en este consejo hay
mucha enjundia. No te preocupes si no tienes un buen editor, es natural, sería
tu primera novela, y a unas malas la autopublicamos y punto. Aquí lo importante
a valorar es la generosidad de Juan Manuel que ha compartido contigo ese
consejo que le han dado esos buenos editores que él tiene la suerte de conocer.
Quédate pues con esa mágica trilogía que hará que tu proceso de creación pueda
generar una buena novela y no una insulsa historia que no le interese mas que a
tu madre y allegados… Tiempo, reposo y espacio. Tomate todo el tiempo que
necesites para escribirla… si tienes ahora sesenta y dos años, y llevas no sé
cuantos sintiendo el gusanillo de escribir una novela y nunca te has puesto a
ello, no me tengas ahora prisa por poner todo por escrito a velocidad de diez
A4 por día… no… se lento en el escribir,
en rumiar lo escrito, en pulir, leerlo y volverlo a leer… Reposo. Como tu
practicas la meditación, calma no te va a faltar… aplícala a tu proceso de
creación… ordena bien las fases de la novela… y luego con calma la vas
desarrollando… y por último espacio… dale sitio a tu historia para que quepa
todo aquello que aporte sal al desarrollo de la misma… no tengas un inicio,
desarrollo y final de forma plana, convencional… no… hay que romper moldes, y
para eso necesitas espacio… se valiente y todo lo que se te manifieste
interesante súmalo a tu historia… ¿la tienes? escríbela…
4ª Advertencia: «Quienes saben de esto
aseguran que, para que una novela atrape la atención del lector, la
dosificación de los hechos que componen la línea argumental debe estar
rigurosamente estudiada». (Pág. 197)
Es decir, esto es orden, concierto y
rigor a la hora de exponer la línea argumental de la novela. Como dice Juan
Manuel, nada que objetar a esta advertencia tan de sentido común, pero él nunca
la ha utilizado, y es un grandísimo escritor… él es más de dejarse llevar por
su intuición, y le va muy bien… Tú, querido amigo, lo que no debes hacer es
atragantar al lector de datos en las primeras paginas de la novela de tal forma
que ya adivine todo lo que va a ocurrir… en eso, como novato, yo planificaría,
dosificaría la información para que el lector pueda usar también su imaginación
en lo que cree puede pasar… ya veremos si acierta o no… pero eso de dejarse llevar por la intuición
de cada uno, suena muy bien… así que tú mismo… orden y concierto, con dosis de
libre albedrio… esa seria la receta ideal para un principiante…
5ª Advertencia: «Quienes saben de
esto aseguran que no existe un brebaje para que una novela tenga el éxito
garantizado, entendiendo por éxito hordas de lectores que compran el libro y lo
recomiendan con voluntad de militante… nunca está de más recordar que los recetarios
o los libros de instrucciones son ideales para preparar un clamar en aceite…
pero no para escribir una historia decente». (Pág. 233)
Es decir, tira a la papelera esos
ensayos sobre cómo escribir una buena novela. La novela la tienes que escribir
tú con tu bagaje cultural, con tu estilo, con tu forma de ser, vamos… con tu
intuición… luego se la das a un buen corrector, que los hay, Antonio Tocornal,
por ejemplo, además excelente escritor, y él te dirá si sobra o falta algo…
pero es tu yo el que se debe vaciar en tu historia… nunca he visto mejor ayuda
que estos consejos y advertencias que da Juan Manuel en su novela para alguien
que quiera escribir una novela… aunque no sé si ese es su objetivo… pero se le
agradece… Es verdad que hay muchos talleres de escritura creativa, de ficción,
de novela negra… respetables todos, interesantes, pero como tú tienes la historia… escríbela…
6ª advertencia: «… puede que
escribir sea eso. No tener las cosas claras. Porque quien asegura tener todo
claro no se detiene a escribir nada, ¿no?.» (Pág. 267)
Es decir, más claro no te lo puede
decir, querido amigo, tú, que siempre me dices que no tienes claro si escribir
o no tu historia… Juan Manuel te lo dice bien claro… escribe, el que no tiene
las cosas claras, para así compartir… y sí encima te aclaras pues miel sobre
hojuelas… tienes la historia… (he quitado la interrogación porque sé que la
tienes) escríbela…
8º Consejo: «Todas las personas,
incluidas las escépticas, necesitan compartir historias. … Eso las hace cooperar
en el sentido más amplio de la palabra. Y esa cooperación les garantiza
seguridad, certeza, estabilidad. Y amor. Amor también.» (Pág. 267)
Es decir, escribir es terapéutico. El
que escribe, lo hace por una necesidad: contar una historia… y cuando la cuenta,
bien o mal, ya se verá, adquiere seguridad en sí mismo, has logrado contar la
historia, repito, bien o mal, ya se verá; adquieres certeza, si es que en esta
vida hay alguna, tú ya tienes una: has sido capaz de escribir tu historia;
adquieres estabilidad, emocional sobre todo, porque imagino que escribir una
historia es como una especia de parto, y una vez has parido, que solaz; y nos
dice el bueno de Juan Manuel, que adquieres hasta más capacidad de amar… o sea,
que si no escribes la novela querido amigo la escribiré yo por ti…
7ª Advertencia: «No existe un uso
inmaculado del lenguaje. No existe lenguaje sin función porque todos buscamos
algo cuando hablamos con alguien». (Pág. 269)
Es decir, olvídate de ese miedo tuyo
al uso del lenguaje… cada uno lo emplea como puede, sabe y llega… aquí el que
tiene la última palabra es el lector, y si tú le ofreces con honradez una
historia que llega, éste siempre te lo agradecerá esté más o menos pulido el
lenguaje que uses… Además, como buen lector que eres, sabes, que lo que un
escritor entrega no es un lenguaje, un estilo o un argumento, es una parte de
él que quiere compartir, y tú lo recibes con tu bagaje vital de una u otra
forma, al punto, que lo que a ti te hace reír, a otro le hace llorar… el
lenguaje es un vehículo para comunicarnos que cada uno emplea con más o menos
acierto… hay reglas, pero las reglas están para saltárselas, si es el caso…
9º Consejo: «Creo que para que una
historia arraigue en el pecho de cualquier lector, es conveniente no trillar ni
aventar el grano hasta el punto de dejarlo solo, inmaculado, lucido. Las
pequeñas piedras, la tierra, el polvo, las espigas y otras semillas han de
estar ahí, junto al trigo». (Pág. 297)
Es decir, esta preciosa parábola de
Juan Manuel, nos da el sitio a los lectores… algunos escritores lo dan todo tan
mascado… suponen que el grado medio de inteligencia de sus lectores es pírrico…
aquí solo me queda decir como aquel maravilloso contador de parábolas decía: el
que tenga oídos para oír, que oiga…
10º Consejo: «Quienes saben de
estas cosas aseguran que la acción de un libro más que acaecer corre con
habilidad entre la piedras. … A veces,
con suerte, sabemos dónde estamos, pero casi nunca hacia donde nos dirigimos.
Navegamos en mar abierto». (Pág. 318)
Es decir, aquí nos hablan los que
saben del vértigo de la escritura que se hace con honradez… empiezas la
historia y ésta te lleva por vericuetos inesperados que debes asumir y contar…
te encuentras con muchos obstáculos que hay que saltar, o afrontar… mejor
metáfora no pudo emplear Juan Manuel: el escritor, que lo es con honradez,
navega a mar abierto… a lo que venga… con entera libertad… de eso tú, querido
amigo, de navegar a mar abierto, sabes algo… siéntete libre… afronta el vértigo
de la escritura… suéltate… escríbela…
11º Consejo: «Quienes saben de
estas cosas aseguran que no es conveniente que la historia tenga la misma contundencia
que una carpeta de secretario judicial. No es necesario que se deje constancia
de cada cosa que se dijo o se calló, de cada mueca o movimiento que un
personaje garabateó en el aire, de todas y cada una de las fases que se suceden
en el desarrollo de una acción». (Pág. 325)
Es decir, dale su sitio al lector.
Deja que la imaginación del lector juegue un papel muy importante en tu novela.
Así te lo ganas seguro. Probablemente, tú, como escritor novel, aunque tengas
sesenta y dos cumplidos, intentarás describir hasta el color del pelo de ese
que pasaba por allí… no es fácil, pero se puede… recuerda, dale sitio al lector…
que él ponga muchos de los colores, tonalidades y sentimientos en tu historia…
todo es empezar… el símil de la carpeta del secretario judicial es genial… nada
hay mas desagradable y hasta detestable que un escrito judicial… pero mi
querido amigo, si le pones amor, constancia y trabajo la sacarás adelante…
estoy seguro de ello…
8ª Advertencia: «Quienes saben de
estas cosas aseguran que, desde el momento en que renunciamos a la omnisciencia
del narrador en tercera persona, estamos condenados a que los personajes
definan su esencia a través de sus actos y de sus palabras. Tenemos restringido
el acceso a ese espacio donde germina la voluntad que los impulsa a hacer esto o
aquello. Llamémoslo como queramos: corazón, espíritu, subconsciente, lóbulo frontal
o sala de máquinas. Por tanto, son las decisiones de los personajes, sus palabras,
sus silencios, sus impulsos los que nos permiten radiografiar e interpretar qué
se cuece en ese remoto lugar de sí mismos». (Pág. 370)
Es decir, escribe en primera o en
tercera persona, pero escribe. Lo digo, porque a mi me gustan mas las novelas
en tercera persona… me siento como lector más a gusto… en primera persona, veo
siempre al autor implicado en todo lo que cuenta y no me agrada… su hay maltrato
en la novela pienso que él pudo ser un niño maltratado… no sé, en tercera
persona el que escribe no es protagonista de la novela, es dios… y a dios no lo
conocemos… en primera persona todo es ciertamente mas intenso… no sé, bueno,
también he leído grandes novelas en primera persona que me han dejado
impactados como esta de Jua Manuel… pero entiendo lo que dice Juan Manuel de
las restricciones a las que te somete el escribir en primera persona… ese
acceso a lo más íntimo de cada persona no lo tienes, excepto si ella te lo
cuenta o te da acceso… en tercera persona, como eres dios, no tienes problemas
para acceder y estar dentro de cada personaje, contar sus miserias implacablemente
o hacer el amor esposado… te da igual, como autor, porque no te ves implicado…
sin embargo en primera persona, cuando el autor describe que aquella droga le hizo
perder los papales con su mujer y la pegó… todos los lectores pensaran ¿será un
maltratador este escritor?... tu dices que es ficción, pero… siempre habrá el
lector que pensará… cuando el rio suena agua lleva… Bueno, querido amigo, no sé
si te estoy ayudando… elige tú como quieras narrar tu historia… pero escríbenosla...
por favor…
Tu amigo, Manolo”.
Llamé enseguida a Manolo, impactado,
por lo que acaba de leer. Que grande este Juan Manuel, deseando estoy leer la
novela. Le agradecí a Manolo el detallazo de acordarse se mí, de escribir con
tanto cariño esas notas para animarme a escribir una novela… pero le hice ver
que mi destino es ser lector, con el ansia eterna de ser escritor… le dije que
en muchas novelas, disfruto tanto leyendo que es casi como si yo las estuviera escribiendo
y con eso me doy por mas que satisfecho…
Nota final: Si has llegado hasta aquí,
y no has leído la novela, tienes que leerla, es intuitiva, te reirás, no te aburrirás…
Yo suelo decir cuando acabo una novela si es buena o no, basándome en el grado
de interés que ha despertado en mí; ese grado lo mido en si leo solo cuando me
apetece, o en que aprovecho cualquier momento libre para leer la novela… en el
caso de Trigo limpio… en una escala de 1 a 10, mi interés por leer la
novela ha sido de un 10… es decir solo dejaba de leerla porque me llamaba mi
mujer, y mi mujer es dios, (como la madre de Juan Manuel) y a dios hay que obedecerle…
Mauricio Ruiz Berlanga.
19 de noviembre de 2017.
Día en el que mi pueblo ha sido
nombrado capital española de la gastronomía del año 2022… una grandísima noticia
que hay que celebrar.